Fe.

Fe. Es lo que necesitamos. Creer que todo irá bien. Que es un mal sueño, que esto no puede estar pasando, que no me lo merezco, que no he hecho nada malo... ¿Por qué no dejamos de poner excusas? ¿Por qué es tan difícil decir "Sí, me he equivocado"? Yo tengo la respuesta. Somos demasiado orgullosos. Y lo peor, es que creemos que siendo así valemos más... Qué pocas guerras habría si la gente aprendiera a pedir perdón y a perdonar. Qué pocos problemas raciales habría. Una vez más, creo y afirmo, que el mundo sería un lugar más feliz si aprendieramos a ser nosotros mismos. Sin patrones a seguir. Simplemente dejándose llevar. Que fácil parece...