Hoy es tu día, mami. Quiero felicitarte y darte las gracias por todo lo que haces a diario por mí. Eres la persona que sé que en la vida me puede faltar, ya que sin ti, estaría perdida. Me has enseñado a ser fuerte, a sacar mi sonrisa, la mejor que tengo, me has enseñado a pensar en los demás pero ante todo en mí misma. Quiero que sepas que te admiro mucho, muchísimo y que de verdad me encantaría ser como tú algún día. Me encantaría ser capaz de dar tanto sin esperar nada a cambio como tú haces. Me encantaría ser capaz de apartar mis problemas a un lado sólo para ver feliz a los que me rodean, como tú haces. Eres la mejor madre del mundo, quiero que lo sepas, que siempre lo has sido y que siempre lo serás. Te quiero muchísimo mamá, y te debo todo y mucho más...
Gracias hija, pero sólo te devuelvo una parte muy pequeña de todo lo bueno que he recibido de ti, gracias por haberme hecho mejor persona y sobre todo por exigirme que en todo momento permanezca alerta a lo que necesitas de mi, espero estar a la altura de tu corazón. (Pero además de este peloteo seguiré machacando hasta que me dejes). TQM.
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