Vaya recuerdos...

Me siento vacía. Vacía y a la vez llena. Aparentemente tengo lo que deseo ¿verdad? Pues no, no lo tengo. Ya no. Lo he perdido todo. Se ha ido como se va el calor de Septiembre. Se ha ido y posiblemente no volverá. Ni de las mismas manos ni de la misma forma. Se ha ido. La dichosa felicidad se ha ido dando un buen portazo tras su huida. El destino no se conforma con ver que las cosas me salen bien... No me cabe en la cabeza lo que está pasándome. ¡Es increíble! Pero lamentablemente, increíble no significa imposible. Debo aceptar lo que la vida me pone en el camino. Nada pasa por casualidad y si me pasa esto es por algo. Quizá necesite el cambio. Porque es el momento, porque debo hacerlo. Ahora o nunca.

Si quiero encontrar a mi amor verdadero, debo hartarme de amores mediocres.